El ciclista

Publicado: May 14, 2011 en Uncategorized

El ciclista es una especie que sobrevive hoy gracias a su fuerza de voluntad y a su capacidad de sufrimiento. Las mismas cualidades que le empujan a luchar contra los elementos un día gris de diciembre en el que hace 100km bajo la lluvia por las carreteras de esta nuestra España, o las mismas que le llevan a tropezar innumerables veces en la misma piedra, a sabiendas de que el monte no cambió desde la semana pasada. El ciclista está, sin embargo, en peligro de extinción, pues las agresiones que sufre ya son imposibles de paliar a base de esfuerzo y sacrificio.

En la pequeña ciudad en que vivo, solía haber un carril bici. Largo tiempo hace que desapareció, pues era necesario ampliar la carretera a la que continuo discurría por, aproximadamente, unos 10km, conectando la ciudad con la entrada de un polígono industrial. Éste era nuestro gran carril bici, todo en subida a la ida, todo en bajada a la vuelta. Ahora nos quedan 800 o 1000 metros que recientemente han hecho al lado de otra carretera, esta vez compartido con los peatones (de los que nos separa una línea continua que, como no resta puntos del carnet el hecho de cruzarla, es mera espectadora de cómo los viandantes, desoyendo la más básica norma de seguridad y cortesía, se introducen en el carril rodado). He aquí el reducto de los pedaleadores, de los amantes de las ruedas finas y los de las ruedas gordas, de las familias que hacen deporte juntos, de los que se desplazan a 0 emisiones. Repudiados del monte por los cazadores y las motos, de las carreteras por los coches, de las aceras por los peatones y de los paseos y las vías por todo el mundo. Así es la vida del ciclista. El que las paga en cualquier accidente, ya sea culpa de un conductor temerario que lo aplastará como a un mosquito, ya sea culpa de un peatón incívico, del que recibirá toda su ira, pues suya ha de ser la culpa.

Y yo me pregunto: qué pasaría si las bicis fueran un negocio? Seguramente la situación sería otra. El problema es que estamos incomprendidos. Cuando le digo a la gente lo que costó mi bicicleta (nada del otro jueves) lo primero que me mientan es lo fácil que habría encontrado una moto por ese precio, sin tener que pedalear! Ya, ya sé, pero no es ése el objetivo. Simplemente, no entienden, como mucha gente no entiende el necesario uso del casco, o del culotte. «Eres profesional, o qué?». No, soy un paria, sangrado por los fabricantes, avasallado por el resto. Pero a giro de biela soy un poco más libre. Libre de los negocios sucios, de los espacios verdes urbanizables, de la codicia y la envidia, del egoísmo, de los irrespetuosos, los incívicos, las marujas y los perros y sus perreros, esos grandes amigos que tantos paseos nos han alegrado con sus sorpresas en el medio del carril. Por vosotros, un giro más.

comentarios
  1. an dice:

    Muy bueno Alex , y muy cierto , pero siempre habrá un sitio para los ciclistas , aun que lo tengamos que hacer a codazos 🙂

    • digijew dice:

      Gracias, la verdad es que se me ocurrió porque me han comentado que están tramitando una petición para prohibir las bicicletas por las Ninfas, así que ve preparando los codos!

  2. madonnitax dice:

    Dentro de poco tendremos que pasear con nuestras bicis por el patio de nuestras casas si es que lo tenemos… Al ciclista nadie lo quiere y sin embargo cuánto bien se haría si todos anduviésemos en dos ruedas, cuidando nuestro planeta y nuestro cuerpo a la vez…

    Vivan las dos ruedas! Lucharemos por nuestro derecho a pedalear!!

  3. Diego dice:

    Bueno, yo creo que en los tiempos que corren la bicicleta siempre tendrá un sitio en las calzadas. Se promociona mucho el uso de las dos ruedas y bueno, como sabes las cosas de palacio van despacio. NO desesperes, que todo llegará.

    • digijew dice:

      XD. Bueno, ya veremos. Mucho se promocionan los coches también y luego los bancos no dan créditos, las aseguradoras no aseguran… El caso es vender y luego ya veremos. Qué paciencia!

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